En la sociedad actual se está dando un fenómeno preocupante: la adhesión a sectas satánicas, la participación
en sus ritos, la invocación de seres demoníacos, el culto personal y solitario del demonio, la afirmación de
ideas provenientes de un ambiente satanista. Pero antes de ilustrar este complejo fenómeno contemporáneo, eso oportuno intentar definirlo.
Esto puede hacerse de dos modos:
De modo particular: dependiendo de la óptica desde la que se mire, que puede ser: teológica, antropológica,
psicológica, jurídica, filosófica, sociológicamente, etc...
O de modo general: donde podemos afirmar que se habla de satanismo cuando nos referimos a personas,
grupos o movimientos que, aislada, estructurada, u organizadamente practican algún tipo de culto (por
ejemplo: adoración, veneración o evocación) al ser que en la Biblia se le llama demonio, diablo o Satanás.
En general, los satanistas consideran esta entidad como ser o fuerza metafísica; o como un misterioso elemento
innato en el ser humano; o como una energía natural desconocida.